Inversión en acciones vs carteras de fondos, ¿cuál es la mejor para ti?

Invertir en bolsa es una de las opciones clásicas que tienes a tu alcance al poner a funcionar tu dinero. Los parqués bursátiles tienen ventajas y desventajas, pero también distintas vías de acceso y formas de operar en ellos. Si estás pensando en invertir en bolsa, una de las primeras cuestiones que te conviene conocer son las diferencias entre acciones y carteras de fondos. A continuación te explicamos cómo funcionan, qué tienen en común y en qué se distinguen, y cuál de las dos fórmulas es mejor para tu perfil. En definitiva, ¿qué es mejor, comprar acciones o invertir en bolsa a través de fondos de inversión?

¿Qué es mejor para ti, acciones o carteras de fondos?

En toda inversión -y por tanto, también en cuanto a acciones o carteras de fondos- debes considerar los siguientes aspectos:

  • Conocimientos previos que tienes sobre el producto y el vehículo de que se trate, así como los que de facto necesitas.
  • Tu perfil de inversor, en especial en lo referente a tu aversión al riesgo, el objetivo de rentabilidad en el que te sentirás cómodo o el músculo financiero que tienes, entre otras cuestiones.
  • Grado de diversificación de la inversión.
  • Costes añadidos de tu apuesta inversora.
  • Impuestos que pagarás por la operación.
  • Tipo de gestión que prefieres o que te conviene más. Puede ser, por un lado, directa, en la que asumes los riesgos, careces de asesoramiento y te la juegas más. Por otro, una gestión profesional de tus inversiones, en la que aparece la figura del asesor financiero especializado. Básicamente, se trata de elegir entre fondos de inversión o cartera personal. En este sentido, es preciso subrayar que la segunda opción no es apta para la mayoría de perfiles, únicamente para aquellos con un conocimiento profundo del mercado y con amplia experiencia en inversiones.

Así que, tomando como referencia cada punto de este esquema, te vamos a explicar qué es mejor para ti, acciones o carteras de fondos.

Cómo invertir en bolsa

Hechas las pertinentes aclaraciones, existen dos vías para operar en el parqué: comprar acciones directamente o entrar por medio de vehículos colectivos, por ejemplo, los fondos de inversión. En ambos casos existe un grado considerable de riesgo, puesto que los mercados son volátiles, hipersensibles a un sinfín de cuestiones relativas al título en cuestión, al sector en el que éste se desenvuelve, al país o zona de actividad del mismo o a los cambios legislativos que le puedan afectar, entre otros muchos factores. Invertir en bolsa no es precisamente un juego de niños y, tal y como puedes ganar dinero, también existe la posibilidad de que lo pierdas. Por ello, puestos a elegir, los fondos de inversión son mejores que la compra directa de acciones en este sentido, dado que requieren menores conocimientos previos. Si bien no eliminas el riesgo, porque es imposible, sí que lo minimizas de la mano de una gestión profesional.

Riesgos de invertir en bolsa

Respecto a tu perfil de inversor, si eres conservador, puede que la bolsa no sea lo tuyo. No pasa nada, dado que existen otras opciones más seguras, aunque con menor potencial de rendimiento, eso sí. En cambio, si tienes una aversión al riesgo moderada, sí te puede encajar la bolsa, sobre todo a largo plazo. Finalmente, si eres de los que juega fuerte, confías en tus posibilidades (sea por experiencia, conocimiento o intuición) y estás dispuesto a correr riesgos, la bolsa puede sin duda interesarte.Si eres novato en el parqué, te recomendamos que te acerques a la bolsa con las mismas expectativas y precauciones que te planteas cuando entras en un casino. Claro que puedes dar un pelotazo. Por poder, no es imposible, pero sí bastante improbable. En la bolsa sucede lo mismo, puesto que se dan casos de personas que logran beneficios elevados de un día para otro. Sin embargo, los jugadores de casino o los pequeños inversores en bolsa que pierden su dinero de un plumazo no suelen aparecer en los titulares. Salvo, eso sí, que se trate de un movimiento masivo, irregular o manifiestamente ilegal. Así que, lo más recomendable es que apuestes por el medio o el largo plazo y que te dejes asesorar por profesionales cualificados.

La diversificación, mayor en los fondos

Ya sabes el riesgo que implica poner todas las manzanas en una misma cesta. Por mucha fe que tengas en un valor, lo ideal es que diversifiques, no sólo respecto a compañías, sino también desde una perspectiva sectorial. En este caso, será mejor la adquisición directa de acciones u operar a través de fondos dependiendo de la capacidad que tengas para diversificar la cartera propia que elabores. Pero, de forma genérica, los fondos de inversión suelen ser más variados, tanto porque se les exige legalmente como porque los profesionales que los gestionan tienen buen cuidado de no dejar posiciones expuestas.

Gastos añadidos al operar en bolsa

Toda inversión suele llevar aparejados ciertos costes. La bolsa no es un vehículo excepcional en este ámbito y Hacienda querrá 'su parte' en uno u otro momento. En principio, la compra directa de acciones sale ganando en este caso, porque tendrás que pagar al profesional que gestione el fondo de inversión. Sin embargo, hay que analizar oferta por oferta y echar las cuentas finales, que son las que importan. Si la gestión resulta positiva, los gastos añadidos merecerán la pena, porque los beneficios totales serán mayores.

Impuestos por invertir en bolsa

En este aspecto, sin embargo, las acciones salen perdiendo: la fiscalidad es claramente mejor en los fondos. No olvides que puedes hacer traspasos entre fondos sin abonar impuestos por los beneficios.Esta es una ventaja enorme con la que te ahorrarás entre un 19% y un 23% del beneficio que obtengas en impuestos y que permitirá que tus ahorros crezcan más rápido.

Invertir en bolsa, ¿por libre o mediante gestión profesional?

Este último aspecto está íntimamente relacionado con el perfil de inversor en el que encajes. Elegir la gestión directa de las acciones u operar de la mano de un asesor profesional dependerá de tus conocimientos, de tu experiencia, de tu capacidad para tomar decisiones o, incluso, de la seguridad que tengas en ti mismo. En el primer caso, debes conocer en profundidad el valor, el sector en el que opera o las amenazas que pueden cernirse sobre aquél, entre otros muchos factores. Además de la capacidad, ¿tienes el tiempo y las ganas para hacer el seguimiento que exige una cartera de inversión? Se trata de un análisis que, como mínimo, debes hacer cada semana.En los fondos de inversión, como es obvio, esa labor la desarrolla el gestor, que está cualificado para tal menester, atesora experiencia y se dedica a ello. En su caso, no es una actividad secundaria. La tarea del asesor financiero es precisamente minimizar los riesgos que corres, apostar por los valores que cree mejores para ti y, en definitiva, lograr la máxima rentabilidad de tus inversiones.

¿Acciones o fondos de inversión?

Con todo, aunque por supuesto cada cual es muy libre de elegir uno u otro camino, el consejo general que damos es operar en bolsa por medio de fondos de inversión, en vez de hacerlo a través de la adquisición directa de títulos, ya que resulta más sencillo, diversificado y seguro. Además, en el caso de las inversiones a largo plazo, resulta más fácil sacar partido de la renta variable.