>El interés compuesto es uno de los motivos por los que el largo plazo es el mejor aliado para el inversor particular. El otro es la forma es la relación entre riesgo-rentabilidad y horizonte de inversión.
Se dice que Albert Einstien definió el interés compuesto como la mayor fuerza del universo y no estaba desencaminado. Seguro que alguna vez has escuchado el consejo de que cuanto antes empieces a ahorrar e invertir, mejor. Lo que hay detrás de esa afirmación es el interés compuesto.
Desde un punto de vista técnico, el interés compuesto es el hecho de reinvertir los beneficios de tus inversiones. Es decir, si inviertes 1.000 euros a un 4% de interés anual tendrás 40 euros, si retiras esos 40 euros y repites, al año siguiente volverás a obtener 40 euros de ganancia. ¿Qué pasaría si en lugar de recoger el beneficio lo reinviertes? En otras palabras, si mantienes el principal más las ganancias. En ese caso al final del año tendrás 1.041,6%.
Ahora imagina que haces lo mismo durante muchos años. En eso consiste el interés compuesto.
Es habitual comparar el interés compuesto con una bola de nieve que cae ladera abajo y que con cada vuelta se hace más grande. Como acabamos de ver, el efecto sí que es un poco similar.
Con cada año que pasa el interés compuesto crece y se hace más potente. De hecho, hay un punto crítico en el que el crecimiento es mayor gracias a los intereses acumulados que al capital que se aporta. Una fórmula para calcular ese punto es la regla del 72, que se utiliza para saber cuánto tardarás el doblar tus ahorros. Basta con dividir entre 72 el interés que obtienes por tus ahorros y sabrás cuándo tendrás el doble. Si lo que quieres es saber qué rentabilidad necesitas para tus ahorros si quieres doblarlos, sólo debes dividir entre 72 el número de años en los que quieres alcanzar tu objetivo.
El funcionamiento del interés compuesto es fácil de entender y sus efectos son espectaculares si le das suficiente tiempo. La siguiente tabla resume lo que pasaría contases con 10.000 euros de partida y ahorrases todos los meses 200 euros con un interés anual del 6% (la media histórica de la bolsa está en torno al 8%).
AñoInversiónInterésSaldoAño 112.400,00 €677,31 €13.077,31 €Año 22.400,00 €861,95 €16.339,25 €Año 32.400,00 €1.057,67 €19.796,91 €Año 42.400,00 €1.265,13 €23.462,03 €Año 52.400,00 €1.485,03 €27.347,06 €Año 102.400,00 €2.799,05 €50.561,33 €Año 202.400,00 €6.910,69 €123.200,51 €Año 292.400,00 €13.330,22 €236.612,17 €Año 302.400,00 €14.274,04 €253.286,20 €Año 312.400,00 €15.274,50 €270.960,68 €
Aquí puedes verlo en forma de gráfico, donde se aprecia mejor la diferencia.
Para poder funcionar bien el interés compuesto necesita tiempo. Por eso mismo cuanto antes empieces a invertir, mejor. Esto es lo que tendrás al jubilarte dependiendo de cuándo te pongas en marcha manteniendo las cifras anteriores (10.000 euros de capital inicial, 200 euros de ahorro al mes u 5% de rentabilidad).
Además de porque obtendrás más beneficios, empezar pronto te permitirá elegir mejor cómo invertir en cada etapa de tu vida y baremar el riesgo.
¿Tienes dudas? ¡Despéjalas en un momento con una reunión gratuita!